viernes, 17 de julio de 2009

Tendencias nazis

Muchos de vosotros, que me conocéis, sabéis de mis tendencias nazis. De lo que haría para sanear las arcas del Estado y el estado mismo de la sanidad española.

Pero no es de eso de lo que quiero hablar hoy, no.

Hoy quiero hablaros de esa plaga que azota esta nuestra ciudad. Los "cantantes" y "músicos" del metro.

Desde que estoy en mi nuevo trabajo tengo que sufrir todos los días los gritos de un individuo que ha decidido que tiene mucho arte que repartir en el suburbano madrileño. ¿Perdona? ¿Qué te hemos hecho, oh, anciano, para que nos tortures con tus alaridos? ¿En qué momento de tu existencia te levantaste una mañana y decidiste que querías ganarte la vida amargándosela a los demás?

Si la SGAE quisiera realmente hacer algún bien a la sociedad (que, como bien sabemos todos, no es así), debería hacer que detuvieran a individuos así, que armados con un micro y un altavoz (cuanto más cutre, mejor), evitan que los usuarios del transporte público lleguen de buen humor a sus centros de trabajo.

De todas formas, peores que los cantantes son a veces los músicos.

Si yo tuviera una Death Note, puedo asegurar que los acordeonistas tendrían algo que temer. ¿Nadie recuerda ya que uno de los acordeonistas más famosos del mundo (ejem...) era Steve Urkel?

¿Os imagináis algo peor que tener un hijo y que os diga que de mayor quiere ser acordeonista y ganarse la vida tocando en el metro?

Bueno, sí, a mí se me ocurre algo, pero sería misógino y políticamente incorrecto.

¡Besos!

4 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  2. Me extrañaba que no comenzaras a quejarte tarde o temprano de algo.. lo que fuera.. xD

    ResponderEliminar
  3. Te aseguro que la mayoría de las veces me fastidia muchísimo cada vez que veo entrar en un vagón del metro al típico tío (o tía) "armado" con un micrófono y el típico carrito con el altavoz.

    Pero tengo que reconocer que hay veces, aunque sean pocas, en las que, en vez de joderme, me ha alegrado el día. De repente aparece gente que no canta la detestable canción de siempre y te sorprende y consigue que te emociones.

    Por lo que dices, creo que aún no te ha pasado, pero espero que algún día te pase y algún "cantante" o "músico" del metro te sorprenda y te alegre el día ;)

    ResponderEliminar
  4. El otro día, sin ir más lejos, apesadumbrado porque no tenía batería en el ipod, se subió en el metro un individuo armado con una guitarra, y empezó a tocar los acordes de una canción que me resultaba jodidamente familiar... Cuando empezó a cantarla (con una voz no muy buena, la verdad), me sorprendió con Clocks, de Coldplay. A punto estuve de darle una moneda, pero claro, luego me paré a pensar que para qué dársela, si en vez de cantar estaba gritando...

    ResponderEliminar