jueves, 15 de abril de 2010

Tema recurrente

Recuerdo con cierta añoranza mi vida estudiantil, o al menos los últimos años, cuando no tenía las preocupaciones ahora tengo, cuando todo eran vacaciones y fiesta y levantarse tarde...

La universidad me pilló mayor, y así pude disfrutarla un poco más. Y es que no es lo mismo salir de tu ciudad para ir a la universidad, lejos de tu familia, a los 18 que a los 22.

Ahora, teniendo en cuenta que el próximo curso cumpliré los 27, y que mi futuro está de todo menos claro, me planteo cómo sería volver a aquella vida.

Por una parte, tengo más que claro por qué quiero estudiar. Antes sólo lo sabía en teoría, ahora lo sé porque he vivido en mis carnes las consecuencias no haber estudiado.

Aunque tonto no soy, a pesar de que mi jefe pueda pensar lo contrario.

Siento que mi vida es un continuo ir y venir de decisiones y planeamientos del futuro. Soy inconstante, lo reconozco. Y un poco inconsciente también.

Ahora, nuevamente, casi dos años después de mi última decisión vital, vuelvo a plantearme: ¿Qué coño voy a hacer con mi vida?

miércoles, 14 de abril de 2010

Love is a bitch

He intentado plasmar mis sentimientos en un texto, pero no he sido capaz... Creo que nunca he sido muy bueno tratando ese tema. Tengo un bloqueo emocional que me dura ya dos años.

Y es que, como se diría en inglés, love is a bitch.

Hace tiempo que no sé si utilizar o no el pasado cuando pienso en el amor. ¿Estoy enamorado o estuve enamorado una vez?

Sin duda he estado enamorado. Pero cuando una historia no tiene "closure", difícil es superarlo. Soy como un fantasma, pero vivo.

Y no habrá sido por falta de oportunidades de empezar una nueva relación... Pero cada vez que lo hago, subconscientemente lo echo a perder (aquí Mr Digital Strategist podrá dar fe)

También es cierto que, como me dijo una vez mi "psicólogo", si no es un amor imposible pierdo el interés. De ahí mi afición a buscar "amores" en la distancia, o el polémico "caso Smith".

Total, que la pregunta es: ¿estoy aún enamorado? Pues no lo sé... Y creo que voy a tardar en descubrirlo. La última vez que vi al objeto de mi afecto aún lo estaba, pero de eso hace un año y medio...

La cuestión es que todo apunta a que sí. Y eso es, en cierta manera, un alivio, porque explicaría muchas cosas.

En fin, que esto no es un blog personal (bueno, sí lo es), así que no os acostumbréis a este tono.

Besos!

martes, 2 de marzo de 2010

De natura scriptorum



Lo reconozco: solía gustarme escribir. En mi post-adolescencia (o adolescencia tardía) mi hábito era, además de ver Crónicas Marcianas, sentarme delante del ordenador y escribir.

La culpa de esa afición la tienen, sobre todo, la influencia de Tolkien y mis partidas de rol. Así, los temas sobre los que escribía eran fantasía y la vida y milagros de mi personaje de
Vampiro: Edad Oscura, Aingeru.

Sobre la primera temática, poco que contar... Unas cuantas páginas escritas y reescritas hasta la saciedad, convertidas de relato naïf e infantil a algo medianamente decente al cabo de muchos retoques, que acabaron olvidadas en el viejo ordenador de la casa de mis padres con la esperanza (vana, me temo) de ser rescatadas algún día.

Los escritos concernientes a Aingeru y compañía fueron ligeramente más fructíferos (decenas de páginas e incluso un poema) y era algo de lo que realmente me sentía orgulloso. Aun sin ser gran cosa, por supuesto.

¿Cuál es el motivo por el que no he seguido escribiendo? Bien, creo que tal vez es algo complicado de explicar... Supongo que me abandonó la musa. O tal vez eso es lo que se me ocurre...

Con la primera historia, la de fantasía, el problema era el ritmo... Creo que en las pocas páginas que logré escribir ocurrían demasiadas cosas. Y eso tampoco es bueno... También es cierto que quizás se notaban demasiado mis influencias, y eso sí que no es bueno. Además, los personajes no creo que estuvieran bien definidos. Y finalmente, que no sabia muy bien por dónde tirar...

Con Aingeru lo tuve mucho más fácil. Al fin y al cabo, era un personaje "real", y dado que la historia que contaba era su pasado, ya tenía el camino medio hecho. Partiendo de un punto A, y teniendo claro el punto B, sólo había que inventarse el camino. Pero el camino no era precisamente fácil.

El problema era el tono de los relatos. Tenía un personaje muy bien definido (al fin y al cabo, era muy parecido a mí) y sabía qué le interesaba, qué le gustaba, qué odiaba... Pero todo acababa siendo demasiado pasteloso y en plan novela romántica francesa del siglo XIX. Y claro, una vez has cogido el tono, es difícil salir de él. La historia requería cierta acción que no fui capaz de plasmar en papel de forma satisfactoria. Me bloqueé.

Y ahí acabó su historia, en medio del momento más álgido de la narración. Eso sí, esta historia no está olvidada en ningún viejo ordenador, y quizás algún día tenga el valor de volver a intentarlo. Y quizás, sólo quizás, consiga acabarla, de un modo satisfactorio.

martes, 21 de julio de 2009

Trabajar dignifica

Tengo que reconocerlo. Echo de menos mi antiguo curro. A pesar de los madrugones, el poder pasarte el día tocándote los huevos es algo que hace que te plantees si un trabajo vale la pena o no. Si bien me gusta mi actual trabajo, por ameno y por lo rápido que pasan las horas, echo de menos dormir.

Sí, lo reconozco, en mi antiguo trabajo dormía. Dormía y me tocaba los huevos. Me he pasado meses así, y ahora que ya no lo puedo hacer, lo echo de menos.

Eso sí, me siento mucho más digno cobrando mucho menos por trabajar mucho más.

¿No os pasa a vosotros?

Saludos, lectores.

viernes, 17 de julio de 2009

Tendencias nazis

Muchos de vosotros, que me conocéis, sabéis de mis tendencias nazis. De lo que haría para sanear las arcas del Estado y el estado mismo de la sanidad española.

Pero no es de eso de lo que quiero hablar hoy, no.

Hoy quiero hablaros de esa plaga que azota esta nuestra ciudad. Los "cantantes" y "músicos" del metro.

Desde que estoy en mi nuevo trabajo tengo que sufrir todos los días los gritos de un individuo que ha decidido que tiene mucho arte que repartir en el suburbano madrileño. ¿Perdona? ¿Qué te hemos hecho, oh, anciano, para que nos tortures con tus alaridos? ¿En qué momento de tu existencia te levantaste una mañana y decidiste que querías ganarte la vida amargándosela a los demás?

Si la SGAE quisiera realmente hacer algún bien a la sociedad (que, como bien sabemos todos, no es así), debería hacer que detuvieran a individuos así, que armados con un micro y un altavoz (cuanto más cutre, mejor), evitan que los usuarios del transporte público lleguen de buen humor a sus centros de trabajo.

De todas formas, peores que los cantantes son a veces los músicos.

Si yo tuviera una Death Note, puedo asegurar que los acordeonistas tendrían algo que temer. ¿Nadie recuerda ya que uno de los acordeonistas más famosos del mundo (ejem...) era Steve Urkel?

¿Os imagináis algo peor que tener un hijo y que os diga que de mayor quiere ser acordeonista y ganarse la vida tocando en el metro?

Bueno, sí, a mí se me ocurre algo, pero sería misógino y políticamente incorrecto.

¡Besos!

jueves, 16 de julio de 2009

Ideas.... o dudas

Estaba esta noche en la ducha, pensando en este mi nuevo blog (el antiguo sólo lo ha leído una persona, y así seguirá ad perpetuum) y decidiendo qué rumbo debería tomar. La verdad es que nunca he sido yo muy seguidor de blogs (exceptuando el grandioso blog de Roberto Pérez Toledo). Varios amigos míos tienen uno, con temáticas variadas. Cine, curiosidades, videos frikis, vivencias personales... ¿Qué puedo hacer yo con el mío? No lo tengo aún claro. Si bien es cierto que actualizar un blog es mucho más fácil que actualizar un fotolog (por aquello de la no obligatoriedad de subir una foto), para contar mi vida puedo utilizar aquél, así que... ¿Qué opciones tengo?

Cualquiera que haya visto mi perfil en Filmaffinity (y no seréis muchos, desde luego) se dará cuenta de que la crítica de cine no se me da tan bien como a mi amigo Bertoff . Además, hay cientos de blogs de cine, y no aspiro a llamar la atención del internauta medio.

Tampoco me veo yo escribiendo esos aburridísimos posts escritos alternando mayúsculas y minúsculas al más puro estilo choni/cani/pokero, alabando a Los Hombres de Paco, los Jonas Brothers o, dios nos pille confesados, El canto del loco.

Bueno, la verdad es que creo que hay algo peor. Gente que adorna sus blogs con videos de Tokio Hotel o similares mientras se queja de que la vida es una mierda. Curiosamente, esa gente suele vivir con sus padres... Deberían probar la independencia económica para saber cuáles son motivos válidos para quejarse.

¡Qué de opciones hay, queridos lectores!

Y la verdad es que la inspiración se ha ido secando a la vez que el agua que cubría mi cuerpo, así que ya no sé qué más opciones quedan... ¡Esperemos que mañana se me ocurra algo decente!

Ah, bueno, y no os penséis que todos los días os vais a encontrar tres entradas en el blog... Lo de hoy es algo excepcional.

Casi tan excepcional como vosotros.

Saludos!

Primera entrada

Sé que un título como "Primera entrada" demuestra que mi creatividad está bajo mínimos.

Puede ser.

Lo admito.

Pero venga, no seáis duros. Los comienzos son siempre lo peor. Que si crear personajes, crear tramas, localizaciones...

Ah, ¿que esto no es ficción...?

Uhm... Recuerdo cuando mi creatividad estaba en horas altas. Me pasaba todas las noches escribiendo y reescribiendo mis cosillas de ficción. Y creo que no era malo del todo. Pero entonces ocurrió. El coup de grâce a mi creatividad y a mi ego. Un concursucho al que presenté cierto escrito (que ni de lejos era lo mejor que había parido mi impresora), confiando en que el fondo (si no recuerdo mal, una historia sobre malos tratos) destacase sobre la forma (el drama realista nunca fue mi fuerte). Pero la ganadora consiguió precisamente lo contrario, que la forma (que podía ser más o menos bonita dependiendo de tu nivel de tolerancia al azúcar) destacase sobre el fondo (una niña musulmana que se masturbaba delante de un espejo. Sí, tal cual lo leéis)

Y así ocurrió. Nunca he vuelto a escribir nada desde entonces. Y creo que tampoco lo había comentado con nadie. Así, creo que puedo decir que en esta mi "Primera entrada" he soltado una bomba informativa. Una exclusiva. Puede que incluso la explicación a mi misoginia.

O puede que tan sólo una anécdota más de mi tardía adolescencia.

Gracias por leerme.

Espero que volváis.